Lo primero es tomar consciencia sobre el uso del agua. Estamos enfrentando una megasequía, la amenaza de la escasez hídrica es real y debemos prepararnos. En Chile, el consumo promedio diario de agua por habitante es de 172 litros al día, una cifra alta en comparación con países desarrollados, que se dispara a más de 600 litros de consumo diario por persona en las comunas del sector oriente de Santiago.
El problema es que cerca del 50% del agua que ocupamos a nivel doméstico se desperdicia en acciones cotidianas como el uso de inodoros, lavado de ropa, riego de plantas e higiene personal. Además, usamos productos químicos altamente contaminantes que se van mezclando con el agua.
Algunas medidas fáciles de implementar en casa para comenzar a ahorrar son: cerrar la llave del agua correctamente, instalar inodoros de doble descarga lo que da la opción de hacer una descarga total o parcial de agua (se puede hacer de forma casera dejando botellas de agua en la cisterna para reducir la cantidad de agua), utilizar lavadora y lavavajillas solo con carga completa, lavar frutas y verduras utilizando una fuente, hacer una lavaza para la loza o cepillarse los dientes con la llave cerrada.
Es muy importante también ocupar detergentes biodegradables para reutilizar el agua del lavado. Así podemos usarla, por ejemplo, para riego, trapear el piso o llenar el estanque del inodoro.
Todas estas son acciones conscientes de ahorro a las que podemos sumar nuevas tecnologías disponibles en el mercado como las duchas con ahorro de agua, temporizadores, biofiltros, humedales y depuradores, entre otros.
Junto con el ahorro de agua, también debemos considerar el ahorro energético. Con acciones tan simples como hacer recambio de ampolletas led o de bajo consumo energético se puede conseguir un ahorro de hasta 90%, con respecto a las ampolletas tradicionales. Debemos aprender a aprovechar la luz natural, apagar las luces que no son necesarias y desconectar los aparatos tecnológicos que no están siendo utilizados.
Dejar el televisor encendido representa casi el 16% del consumo de electricidad de una vivienda y el refrigerador es responsable del 20% del gasto en el hogar. Por eso debemos evitar abrir constantemente las puertas y no guardar alimentos calientes.
Caja Los Andes con la campaña de ahorro busca generar mayor conciencia alineada con su estrategia corporativa de sostenibilidad. Todas estas herramientas permiten educar sobre el cuidado del medioambiente y aumentan el compromiso ambiental de sus afiliados.